top of page

Finanzas conscientes, porque tu relación con el dinero también es bienestar

Actualizado: 12 may

Cuando hablamos de bienestar, es fácil pensar primero en la salud física o emocional. Pero hay 6 dimensiones adicionales, igual de importantes, que a menudo dejamos en segundo plano: una de ellas, el bienestar financiero. El bienestar financiero no se trata solo de tener dinero en el banco, sino de la tranquilidad de saber que puedes cubrir tus necesidades, afrontar imprevistos y construir tus sueños con seguridad. Es el vivir con menos ansiedad, más intención y mayor libertad.

ree

Diversos estudios demuestran que el estrés financiero puede impactar directamente nuestra salud mental y física; por lo que problemas de insomnio, ansiedad, depresión e incluso afecciones cardiovasculares pueden presentarse debido a la preocupación constante por el dinero. Cuando nuestras finanzas están desordenadas o sentimos que vivimos "de cheque en cheque”, nuestro cuerpo y nuestra mente están en estado de alerta permanente. El invertir tiempo en cuidar nuestro bienestar financiero es, por lo tanto, una inversión directa en nuestra salud integral.


"Tener más dinero resolverá todos mis problemas”, “No soy bueno/a con el dinero, mejor ni lo intento” o “Hablar de dinero es materialista o superficial” son muchas de esas frases que escuchamos que hacen que la relación con nuestro bienestar pase a un segundo plano. Y es que no se trata de acumular riqueza; se trata de sentirnos en control, de tomar decisiones conscientes, y de vivir en coherencia con nuestros valores y objetivos. En este primer blog de bienestar financiero, hablaremos de finanzas conscientes y cómo dar esos primeros pasos para comenzar de manera saludable nuestro comino hacia esa dimensión de bienestar.


Construir nuestro bienestar financiero es un proceso gradual, lleno de aprendizajes y ajustes. No se trata de hacer todo perfecto desde el inicio, sino de comenzar con conciencia y pequeños pasos sostenibles. El primer paso es conocernos, reflexionar sobre nuestras creencias, emociones y patrones respecto al dinero. Nos ayuda a entender nuestra historia y aprender cómo transformarla. El siguiente paso es el organizarnos, llevar un registro sencillo de nuestros ingresos, gastos y deudas nos da claridad de en dónde estamos con nuestras finanzas y ese es el primer paso para comenzar a tomar mejores decisiones. Ya con estos dos pasos completados, es momento de definir nuestras metas: crear un fondo de emergencia, ahorrar o establecer un plan para estar libre de deudas. Cada meta realista establecida nos da dirección para mejorar nuestros hábitos financieros. Comenzar a ahorrar, no importa la cantidad, la constancia es más importante para comenzar a establecer ese hábito, el cual nos dará grandes resultados a largo plazo. Otro paso fundamental es el informarnos, leer blogs o libros sobre educación financiera o escuchar podcasts puede darnos herramientas prácticas y motivación, pero siempre recordando buscar fuentes que ofrezcan información confiable. Por último, busquemos ayuda y apoyo si así lo necesitamos. El manejar nuestras finanzas, como mencioné al inicio, puede afectar nuestro bienestar físico y emocional, pero lo mejor es que no tenemos que hacerlo solos.


Cuidar nuestra relación con el dinero es parte de cuidar de nuestro bienestar, es dar un paso firme hacia una vida de menos estrés y más posibilidades. Recuerda que el camino hacia el bienestar integral se recorre un día a la vez, con intención, paciencia y amor propio.


¡Demos hoy ese primer paso hacia nuestro bienestar financiero!

Comments


©2024 by Lcda. Adia Aponte

bottom of page