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Cuidar tus emociones: Clave para vivir tu Bienestar emocional

Actualizado: 12 may

Mayo es el Mes de Concientización sobre la Salud Mental, y quiero aprovechar esta ocasión para hablarles sobre un componente fundamental dentro de nuestro bienestar integral: el bienestar emocional.

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El bienestar emocional es ese estado en el que nos sentimos en equilibrio con nuestras emociones, pensamientos y acciones. Y alcanzar este bienestar, no significa que debemos estar felices todo el tiempo, sino ser capaces de identificar cómo nos sentimos, regular nuestras emociones, expresarlas de forma saludable y adaptarnos a los retos de la vida cotidiana sin perder nuestra paz interior. Esta dimensión del bienestar, se trata de una habilidad que podemos fortalecer con el tiempo, a través del autoconocimiento, la aceptación, la relación con los demás y el cuidado de nuestras rutinas.


Como este es el primer blog que quiero dedicar a esta dimensión del bienestar, es clave que hablemos de las emociones y es que para comenzar a hablar del bienestar emocional es esencial hablar de las emociones.


Las emociones son esas respuestas psicológicas que surgen de lo que percibimos y lo que experimentamos. Todas nuestras emociones son válidas, no hay emociones buenas o malas, sino respuestas que necesitan ser comprendidas y gestionadas. Cuando se trata de emociones, me encanta hacer referencia al psicólogo e investigador, Paul Ekman, quien es pionero en el estudio de las emociones y las expresiones faciales. Él clasifica las emociones entre primarias y secundarias, les quiero hablar de manera generar sobre ellas aquí, pero si quieren ir más a fondo sobre este tema pueden ir directamente a la página web https://www.paulekman.com/ donde hay muchas herramientas asociadas a la investigación realizada por este psicólogo.


Entre las emociones primarias se encuentran: la alegría, la cual nos conecta con lo que nos hace bien; tristeza, que nos invita a detenernos, reflexionar y buscar apoyo; miedo, el cual nos alerta ante peligros, aunque a veces puede bloquearnos; ira, sentimiento de enojo, enfado y frustración una energía que debe canalizarse y no reprimirse; sorpresa, lo cual vemos reflejado como una reacción breve ante lo inesperado; y por último, el asco, el cual nos protege ante lo que nos resulta repulsivo o desagradable. Ya cuando hablamos de las secundarias, son emociones más complejas y surgen de la combinación de las primarias, influenciadas por nuestras experiencias y aprendizajes; estas incluyen emociones como la culpa, la vergüenza, el orgullo o los celos.


Reconocer y aceptar nuestras emociones es el primer paso para vivir en equilibrio emocional. No se trata de controlar todo lo que sentimos, sino de aprender a relacionarnos con lo que sentimos de manera compasiva y saludable. Y como en todas las dimensiones del bienestar, hay ciertos factores que influyen en nuestro camino hacia ese bienestar emocional entre los más comunes están las relaciones personales, el ambiente familiar, la salud física y nuestro estilo de vida (incluyendo la alimentación, sueño, ejercicio, entre otros), pero estos no son los únicos factores que nos pueden afectar y esto lo continuaremos hablando a lo largo de las entradas que estaré haciendo en este blog, ya que aprender a identificar cuáles de estos aspectos necesitamos fortalecer es clave para tomar acción en nuestro camino hacia el bienestar emocional.


Tenemos que considerar también que no existe una sola fórmula para alcanzar nuestro bienestar emocional, pero sí hay acciones cotidianas que nos pueden ayudar. La principal es el conocernos, y sí, sé que esto es algo que menciono en muchas de mis entradas al blog, pero es que el autoconocimiento es clave para alcanzar nuestro bienestar integral. Observar nuestras emociones, pensamientos y reacciones para poder reflexionar sobre ello es de suma importancia para alcanzar nuestro bienestar. Cuando se trata de mis emociones, me gusta mucho practicar la reflexión escrita, con esta puedo plasmar todas mis emociones y esto me ayuda mucho a gestionarlas de la mejor manera posible y al proceso de aceptación. El reconocernos y aceptar nuestras emociones es clave para poder continuar nuestro camino hacia el bienestar integral y para ayudarnos con la creación de rutinas saludables, como comer bien, descansar, hacer actividad física y tener tiempo para nosotros mismos. Si estas acciones cotidianas no son suficientes y necesitas buscar ayuda profesional, no lo pienses dos veces. La terapia es una herramienta poderosa para sanar, entender y crecer. Existen diferentes tipos de terapia psicológica, y cada una tiene enfoques distintos para ayudarnos a cultivar nuestro bienestar.


De este blog quiero que te lleves que el bienestar emocional no se alcanza de un día para otro (si igual que todas las demás dimensiones de nuestro bienestar), pero podemos cultivarlas con intención y pequeñas decisiones diarias (si igual que todas las demás dimensiones de nuestro bienestar). Hoy es un buen día para comenzar tu camino hacia ese bienestar integral que tanto deseas.


¡Te invito a dar el primer paso para que florezcas en bienestar y comiences a vivir con intención!

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